Este refrán es bien completito, no creo que haya alguien en este país que no lo conozca y se suele utilizar para dar ánimos a alguien ante cualquier adversidad que se encuentre en su camino.
Sin embargo si nos ponemos a profundizar lo podemos exprimir un poco más.
Casi todo el mundo asocia el mal tiempo a un día, como mínimo, nublado, con lluvia o viento va empeorando, sin embargo esto no tiene por qué ser siempre así, ahora que en la tierra donde vivo parece que nos han puesto un paraguas perpetuo, que ha llovido y nevado por toda España y sin embargo aquí está todo seco, se podría considerar que el mal tiempo es un día más de sol ya que el agua es realmente necesaria.
De este modo está claro que lo bueno y lo malo, que tan claro parece en los cuentos infantiles, que nos vanagloriamos de reconocer claramente,sobre todo a la hora de juzgar a los demás, no está tan definido en la vida real, en el transcurso del día a día siempre puede interpretarse dependiendo de las circunstancias y también de la actitud con que nos pille.
Así que por mucho que tengamos la sensación de que las circunstancias que nos rodean se asimilen al mal tiempo al que debemos contestar con buena cara, tal vez debamos poner buena cara porque ese mal tiempo no es tan malo como pueda parecer en un principio.
Damas, caballeros, mantengan la esperanza y una sonrisa se les presente el tiempo que se les presente, una servidora luchará por ello.
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